Antonio Sastre, de 100 años, recuerda con nitidez sus acciones en la agrupación guerrillera de Madrid en la que ingresó en su juventud.
“Me llené de odio”, relata al rememorar las agresiones a su familia que él mismo presenció de adolescente en un barrio obrero de Madrid. “Quería tumbar al régimen”. ¿Tenía sentido intentar debilitar así a la dictadura?
Franco llegó a llenar la frontera con Francia de búnqueres para protegerse de una posible invasión aliada. Y el servicio británico de espionaje contrató a espías como Lorenzo Sanmiguel para planificar un desembarco en las costas españolas.
En la segunda entrega de este especial, ‘Columnas de la historia’ rescata del olvido más nombres de los guerrilleros que trataron de debilitar al franquismo desde algunas de las principales ciudades de España.
Historias como la de Quico Sabaté, considerado el “enemigo número uno” del régimen, que complicó la vida a las autoridades con sus numerosas incursiones desde Francia.
La desconocida Juana Doña, que atentó en la sede de la temida Dirección General de Seguridad en Madrid para enviar un simbólico mensaje a Franco: la lucha por la libertad de España no había terminado aún.
O la épica historia de Cristino García, héroe de la Resistencia francesa que, tras lograr la rendición de más de un millar de nazis al mando de tres docenas de hombres, regresó a España para hacer aquí lo mismo. ¿Cómo y por qué acabó la guerrilla? ¿Sirvió de algo el sacrificio de aquellos hombres y mujeres?