Lourdes Maldonado estrena la nueva temporada de ‘Informe semanal’

Lourdes Maldonado estrena la nueva temporada de ‘Informe semanal’

Lourdes Maldonado, presentadora de los Telediarios Fin de Semana junto a Marc Sala, relevará desde hoy a Lara Siscar al frente del mítico espacio de reportajes Informe Semanal.

Maldonado (Irún, 1973) es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, con estudios complementarios de Periodismo Audiovisual en la Universidad de Burdeos. Inició su carrera en la radio y en la televisión local de Gipuzkoa Telebista entre 1997 y 2000, para luego dar el salto a otras televisiones de ámbito nacional y autonómico. En septiembre de 2022 se incorporó a RTVE para presentar, junto a Marc Calderó, el matinal Hablando claro en La 1, espacio que condujo hasta septiembre de 2023, cuando pasó a ser la voz del magacín Las tardes de RNE. A partir de esta nueva temporada ha regresado a TVE para ponerse al frente del Telediario Fin de Semana.

Informe Semanal es el programa más veterano de la televisión nacional y el más longevo de su género en todas las televisiones europeas y lleva más de 52 años en antena. En su 50º aniversario sumó a su extenso listado de reconocimientos el Premio Nacional de Televisión, el Premio Ondas y el Premio Iris de la Academia de Televisión.

‘La justicia, carrera de fondo’

María Rubio y Ana Duro, después de muchos años de sacrificio y estudio, acaban de incorporarse a la profesión como juezas. Una, como magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia de Arganda del Rey (Madrid); otra, como titular en el Juzgado nº 1 de Segovia. Informe Semanal habla con ellas sobre la dificultad de una profesión que la política, muchas veces, pone en entredicho. La tensión ha sido evidente durante los días previos a la apertura del año judicial por la presencia del fiscal general del Estado, criticada desde varias asociaciones de jueces y fiscales: «Soy plenamente consciente de las singularidades procesales», dijo Álvaro García Ortiz en su discurso. “Respeto todas las opiniones, pero si estoy aquí es porque creo en la Justicia, en el Estado de Derecho, en la independencia del Poder Judicial y, por supuesto, también, en la verdad».

«El Gobierno, entre los presuntos delincuentes confesos y los fiscales, está con los fiscales. Y, entre los bulos y los que cuentan la verdad, está con la verdad y, por eso, apoyamos al fiscal general del Estado». Félix Bolaños, ministro de Justicia, habla de la constante confrontación entre la política y la Justicia y de la nueva ley que va a impulsar en el Congreso su ministerio para modernizar el Poder Judicial y mejorar , según el Gobierno, el acceso a la carrera.

El proyecto, que ha levantado muchas suspicacias entre las asociaciones profesionales, pretende blindar becas para facilitar que estudiantes con menos capacidad económica se puedan dedicar a la oposición. «Yo, toda mi vida, he vivido en Vallecas y, cuando le dije a mis padres que quería ser juez, con los recursos de los que disponíamos, me dijeron que adelante», cuenta María. «En mi caso tuve la suerte de tener una red económica», añade Ana. “Pero luego hay que contar con otras necesidades. De un acompañamiento psicológico, por ejemplo, que muchas veces se necesita».

‘Colonos, entre el mito y el olvido’

En noviembre se cumplen 50 años de la muerte de Franco. Informe Semanal repasa la memoria histórica de nuestro país y se acerca a los pueblos de colonización que fueron levantados en plena dictadura. ¿Qué fue de sus habitantes? ¿Cómo viven actualmente?

Fue un proyecto que se diseñó con dos objetivos fundamentales: «Fijar población en la tierra y dar un mensaje a la población de que Franco está haciendo la justicia social», explica el historiador Antonio Cazorla. Entre 1939 y 1970, la dictadura franquista construyó unos 300 nuevos municipios en 27 provincias, la mayoría en Andalucía y Extremadura. En total, lograron alojar a 55.000 familias. Fueron pueblos que se construyeron desde cero. «A cada colono le dieron una yunta de vacas para el arado, una yegua y una vaca suiza, que era vaca lechera. Tuvimos que trabajar mucho y no nos regalaron nada, tuvimos que pagarlo», rememoran las hermanas Fuentes, desde el Torno (Cádiz), que fue el primero.

Para levantarlos contaron con arquitectos como Alejandro de la Sota, encargado de crear Esquivel, en la campiña sevillana. Lo concibió como un gran abanico que resguarda a sus pobladores entre calles y plazas. Algo «realmente singular» para Laureano Carbonell, de la Asociación Cultural y Patrimonio de esa localidad: «Todo lo que hizo, lo hizo a escala humana. Propició el acercamiento de todas esas familias, que venían de distintos puntos de España». Se convirtieron en el instrumento de la política agraria franquista y, por eso, a lo largo de las décadas, esas poblaciones han quedado marcadas de por vida. «Decir ‘pueblos de Franco’ es una ironía», dice Cazorla. “No fue un regalo. Y quienes los hicieron fueron sus habitantes». Algunos historiadores lo consideran la segunda gran migración interior del siglo XX en España.

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