Si Estados Unidos llevó a Marilyn Monroe a la Guerra de Corea, España pensó que Marta Sánchez era perfecta para entretener en 1990 a nuestros soldados en la primera Guerra del Golfo. Muchos de los marineros que iban a bordo de esos barcos de guerra tenían sólo entre 18 y 22 años. De hecho, estaban haciendo todavía el servicio militar obligatorio: la mili. Eso, sumado a que el Gobierno había prometido que no entraríamos en guerra, provocó protestas y manifestaciones. Había que calmar los ánimos y Marta, la estrella del momento, era perfecta.

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