Joaquín reflexiona acerca de cómo es su vida y de cómo esta ha cambiado en el plano material desde las carencias en su infancia a la abundancia en su madurez. Se siente satisfecho con todas las comodidades que le puede proporcionar a su familia, pero le inquieta que tanto confort condicione a sus hijas de forma negativa. De momento son dos chavalas muy normales, pero sabe que no tienen la misma vida que sus amigas de su edad.
Él sabe bien lo importante que la disciplina y el esfuerzo son para tener éxito en la vida, así que se propone que, además de disfrutar de todo lo que la ruta puede ofrecerles, uno de los objetivos de este viaje sea saber apreciar lo que tienen y, de alguna manera, ‘ganárselo’. Para conseguirlo, ha organizado una ruta trepidante cargada de aventura: desde atravesar el punto más caliente del planeta (el Valle de la Muerte) hasta buscar osos por el Parque Nacional de Yosemite. Desgraciadamente, esta etapa del viaje no sale como ninguno esperaba y la tensión entre los distintos miembros de la familia es cada vez mayor. Joaquín tira la toalla y decide marcharse antes de tiempo a la gran ciudad: San Francisco.
