Christian Wolff (Ben Affleck) tiene desde niño un leve autismo que le hace ser muy meticuloso con el orden y poco comunicativo, pero al mismo tiempo resulta ser un genio de las matemáticas. Hombre extremadamente tranquilo, obsesivo y con mucha más afinidad con los números que con las personas, lleva sin embargo una doble vida: como contable local con una pequeña oficina, y como contable ‘freelance’ de algunas de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo.
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