Pesadilla en la cocina, el programa de La Sexta que conduce Alberto Chicote mañana en el último programa de la temporada el restaurante de un Club Deportivo de Móstoles, la segunda ciudad más poblada de la Comunidad Madrid: el Estoril II. A pesar de los más de 2.000 socios con los que cuenta este recinto fundado en 1976, pocos son los que hoy entran en el restaurante, donde la mala gestión de su dueño y los gritos en cocina están provocando una rápida pérdida de clientes. Horas de espera, platos que no salen y un local desangelado con una decoración que demuestra la falta de cohesión entre sus dueños son los ingredientes de los que se compone el restaurante de esta semana de Pesadilla en la cocina, un local de hostelería cuyo modelo de negocio se basa en una concesión de servicios. El Estoril II nació para ser el oasis de desahogo para los deportistas que entrenan diariamente en este polideportivo mostoleño. Sin embargo, este último año los clientes prefieren hacer rondas de burpies antes que tener que desesperarse en la mesa del restaurante para ser atendidos.
El matrimonio formado por Álex y Dari, jefe de cocina él y camarera ella, es el encargado de regentar este particular restaurante. La falta de ganas de trabajar de Álex desespera a Dari y hace que todo el peso del negocio recaiga sobre el resto del equipo. Con ellos también trabaja Vero, camarera. Lleva 30 años en la profesión y a pesar de creer que lo ha visto todo, la situación del Estoril II puede con ella. En cocina se encuentra Sami, un joven aspirante a chef que lleva un año trabajando para Álex y Dori y a quien los nervios, el estrés y la falta de liderazgo de sus superiores superan en cada servicio. El equipo de este restaurante define a Álex como un líder que debería trabajar más, ya que, aunque los empleados estén al borde del colapso, él no tiene reparo en salirse a fumar para evitar el caos.