‘Pesadilla en la cocina’ viaja en esta nueva entrega a las montañas de Montserrat (Olesa de Montserrat, Barcelona) para conocer el restaurante “El italiano”, una pizzería que acompaña sus platos con espectáculos en directo. El restaurante está regentado por una expareja: Manuel y Alessio, quienes se enfrentan a una relación laboral compleja. Manuel, apasionado por el arte, prioriza su faceta como bailarín y aprovecha las actuaciones para quitarse el delantal y subirse al escenario, mientras que su papel como jefe queda en un muy lejano segundo plano. Por su parte, Alessio se comporta como un jefe ausente y se refugia en el horno de pizzas, manteniéndose al margen de la gestión diaria del negocio. Como consecuencia, tras tres años en funcionamiento, este restaurante esté cada vez más cerca del cierre. Un personal poco cualificado, el desacuerdo constante entre los dos socios, unas dotes de mando muy particulares y unas deudas que no paran de crecer son lo que ha llevado a Manuel y a Alessio a pedir la ayuda de Alberto Chicote y del equipo de ‘Pesadilla en la cocina’, ante una situación que, de continuar así, se puede volver insostenible.
A Manuel, dueño y jefe de sala, y Alessio, dueño y pizzero, se le unen dos camareras, Lorena y Laura, un repartidor, Cristian y la cocinera, Ana. La confusión inicial, debido a que por fuera no queda claro qué tipo de negocio es, se convierte en asombro inaudito una vez dentro del local. Camareras que no se saben la carta, personal llegando tarde, una cocinera que no es cocinera… Todo son ingredientes para que los servicios diarios acaben en desastre.