‘La Ruta Morancos’ se despide con un episodio lleno de folclore, gastronomía y momentos emotivos. En esta última etapa, los humoristas llegan a Galicia y visitan Catoira, Padrón y Santiago de Compostela, el broche de oro para esta gran aventura.
César y Jorge se sumergen en las celebraciones locales, comenzando en Catoira, Pontevedra, donde participan en la famosa romería vikinga. Con cuernos y espadas en mano, Los Morancos reviven los desembarcos de los antiguos guerreros vikingos, en un ambiente épico que contrasta con su característico humor.
Posteriormente, en Padrón, conocen a una pimenteira, una agricultora local que les enseña cómo se cultivan los icónicos pimientos de Padrón de manera tradicional. La experiencia culinaria no termina ahí: los hermanos también aprenden a hacer helado de lamprea, un pez prehistórico típico de la región.
El gran final de ‘La Ruta Morancos’ tiene lugar en Santiago de Compostela, con momentos cargados de simbolismo. Los hermanos Cadaval participan en una queimada, un ritual de fuego para alejar el mal de ojo, y César se deja llevar por el misticismo del momento. Además, los hermanos se enfrentan a una divertida cata a ciegas de helados elaborados con productos de denominación de origen.
El emotivo cierre del programa llega en la Plaza del Obradoiro, donde conocen a la asociación DisCamino, que ayuda a personas con discapacidad a realizar el Camino de Santiago.
Con más de 40 gaiteros acompañando su recorrido, y tras una visita a la majestuosa catedral, Jorge y César despiden esta aventura única con música, risas y un homenaje a las personas y tradiciones que han descubierto en cada etapa de su ruta.